Con calma y mucho amor, tu hijo puede superar con éxito el inicio de su etapa escolar. Lo más importante es que tu actitud lo empodere en todo momento. Sigue las recomendaciones que te hacemos aquí,
hablaremos sobre el proceso de adaptación al maternal, profundizaremos sobre los sentimientos que puede experimentar tanto el niño como sus padres frente al inicio de una nueva etapa en sus vidas, como lo es el inicio de la educación preescolar.
La adaptación toma tiempo,
El tiempo en adaptarse es variable, en cada niño es diferente influyen factores como la personalidad, la rutina del hogar, la dinámica familiar, así como factores situacionales que pueden hacer que el proceso demore un poco más como lo son el nacimiento de un hermanito o cambios simultáneos en casa que coincidan con la ida al preescolar. Hay niños que no les cuesta nada, se separan tranquilos y no quieren irse, hay otros que demoran una semana y otros que tardan un poco más. El tiempo promedio que demora un niño en adaptarse es de 2 a 3 semanas, sin embargo hay niños que demoran meses sin que esto signifique que hay un problema con él. Los niños que hacen colecho o que aún toman lactancia por lo general demoran un poco más en aceptar la separación temporal de la figura principal de apego que es mamá.
También puede suceder que un niño que ya se haya “adaptado” la primera semana llore durante la segunda al quedarse porque ya pasó la novedad de los juguetes.
Pueden manifestarse diferentes estados de ánimo
Al ser un nuevo ciclo para todos, pueden presentarse actitudes que nunca antes habías visto como: Sentir pena, rechazo a ir al preescolar o percibir cierto retroceso en conductas más infantiles que ya se habían superado, los que ya controlaban esfínteres pueden retroceder un poco o los que ya se habían adaptado el año pasado pueden volver a llorar para quedarse. ¡Pero mantén la calma! Todo esto es natural y es producto de la tensión que puede generar todo el cambio en cuanto a horarios y alejarse de su madre durante una parte del día (sea la primera vez o después de vacaciones), generando nervios e inseguridad, cosa que va desapareciendo sin problema.
QUÉ PUEDO HACER.
Te ofrecemos algunas sugerencias que sin duda favorecerán el proceso de tu hijo.
Ajusta las rutinas de casa a las rutinas del preescolar: Pregunta en el preescolar que actividades o cambios debes hacer en la rutina de tu niño que puedan facilitar el proceso de adaptación. Como por ejemplo dormir o comer. Si en el preescolar comen a las 11:30 ve ajustando tus horarios en casa y los fines de semana para que sea más fácil para el niño y esté habituado a comer a esa hora. Recuerda que comer junto a los amigos favorece procesos como comer solitos y mejor. Adicionalmente las maestras no pueden dar comidas a unos primero y a otros después.
Los niños deben descansar lo suficiente.sino estarán irritables y poco tolerantes ante la separación al quedarse en el maternal. Es muy importante cumplir con las horas de sueño necesarias, habitualo en casa a tomar la siesta sobretodo si pasará todo el día en el preescolar y a dormir temprano. Los niños necesitan descansar para tener mejor humor y favorecer sus procesos de aprendizaje. Está comprobado que cuando los niños no descansan las horas necesarias están menos tolerantes y más irritables lo cual también puede afectar el proceso de adaptación
Cumple con los horarios del preescolar: En el preescolar hay un horario de entrada y otro de salida, mientras los niños están en el proceso de adaptación es sumamente favorecedor cumplir con los horarios. Un niño que llega tarde se perderá de la bienvenida, adicionalmente ya la maestra y los amigos estarán en otro momento de la rutina y para él será desconcertante. Si lo vienen a buscar muy tarde cuando todos se hayan ido el niño tendrá miedo en volver al maternal.
Mantén la calma y ten una actitud comprensiva e inteligente: Cuidar primero tus emociones será la clave para manejar con éxito cada una de las vivencias por las que atraviesa el niño. Brindale tu apoyo, hazle el acompañamiento necesario, prestando atención a sus logros y dificultades. Al final, todo será beneficioso, porque le ayudará a tu pequeño a sentar las bases de su personalidad y a generar seguridad en sí mismo, enfatizando en sus capacidades para aprender, relacionarse y disfrutar cada etapa con sus compañeros.
Si llora para despedirse no lo regañes… despídete con una gran sonrisa y dile que todo estará bien. Mientras más larga la despedida puede incrementarse la intensidad del llanto por eso es recomendable una despedida rápida.
Evita hacer otros cambios: Evita a toda costa hacer otros cambios en casa como pasarlo a su cama si duerme con mamá y papá. Quitarle el pacificador (chupón), destetarlo entre otras. Tu hijo debe tener toda su energía concentrada en adaptarse al maternal no lo agobies con muchos cambios a la vez.
Tu actitud define todo: Mantente en contacto con el preescolar y recibe constantemente retroalimentación de la profesora, así como no dejes de participar en las actividades que se realicen.
Toma en cuenta que tu comportamiento frente a esta nueva etapa será una influencia importante. Al involucrarte activamente, tu hijo tiene mayores posibilidades de desempeñarse de manera positiva a nivel académico y social.
Llevar una buena relación con la maestra y con el centro también favorecerá el proceso de adaptación, sigue las normas de la escuela, cumple con los horarios, lleva las cosas que solicite la maestra para las actividades y sobretodas las cosas no contradigas a la maestra frente al niño o critiques algo que te haya pedido ya que lo confunden y puede dar pie a conductas disruptivas por parte del niño. En todas las escuelas hay normas que se deben cumplir para el buen funcionamiento.
Y por último no menos importante ten paciencia, los niños demoran en adaptarse y muchas veces lloran no porque no les guste su escuelita, lloran por apego al no querer separarse de mamá a los minutos que te hayas retirado el o ella ya estará tranquilo. Son bebés es su primera experiencia de separación, dale mucha contención y transmítele seguridad. Todo estará bien!
Lcda. Carmen Hernández
Tu actitud frente al proceso de adaptación lo define todo